Yacimiento de ámbar
Declarado Bien Cultural Catalogado y está considerado como uno de los más importantes a nivel mundial.
Se han hallado más de 1.500 piezas con contenido biológico (sólo hay 14 yacimientos en el mundo con inclusiones).
El yacimiento se sitúa en el periodo del Cretácico Inferior (sólo existen 4 yacimientos en todo el mundo pertenecientes a esta época).
Incluyendo los yacimientos de Álava, hay 18 localidades en el planeta en las que se ha citado ámbar con inclusiones biológicas. De todas ellas, tan sólo cuatro sobrepasan los 95 millones de años de edad, es decir, solamente cuatro de ellas sobrepasan el límite entre el Cretácico Inferior y el Superior. De estas cuatro, sólo las alavesas representan el final de un mundo antiguo y el inicio de un nuevo mundo.
Los yacimientos de ámbar de Álava constituyen la mejor puerta de acceso imaginable al conocimiento de los sistemas ecológicos y físicos de un planeta radicalmente diferente al que ahora habitamos. La tierra giraba sobre su eje en aproximadamente 22 horas; la composición de la atmósfera presentaba volúmenes de oxígeno del 25 al 35% superiores al actual, así como unos porcentajes de CO2 muy elevados; debido a esto, la capa de ozono era prácticamente inexistente y por lo tanto, la radiación ultravioleta del sol alcanzaba la superficie terrestre con una intensidad que haría imposible la vida, tal como ahora la conocemos.
Lo extraordinario no reside en la formación de este yacimiento, lo extraordinario reside en que se haya preservado durante más de 100 millones de años, y haya llegado hasta nuestras manos aún en condiciones de ser interpretado.
